El proyecto del Seminario

1.EL SEMINARIO MENOR DIOCESANO

Naturaleza

Como demuestra una larga experiencia, la vocación sacerdotal tiene, con frecuencia, un primer momento de manifestación en los años de la preadolescencia o en los primerísimos años de la juventud. E incluso en quienes deciden su ingreso en el Seminario más adelante, no es raro constatar la presencia de la llamada de Dios en períodos muy anteriores. La historia de la Iglesia es un testimonio continuo de llamadas que el Señor hace en edad tierna todavía.

La Iglesia, con la institución de los Seminarios menores, toma bajo su especial cuidado, discerniendo y acompañando, estos brotes de vocación sembrados en los corazones de los muchachos. En varias partes del mundo estos Seminarios continúan desarrollando una preciosa labor educativa, dirigida a custodiar y desarrollar los brotes de vocación sacerdotal, para que los alumnos la puedan reconocer más fácilmente y se hagan más capaces de corresponder a ella. Su propuesta educativa tiende a favorecer oportuna y gradualmente aquella formación humana, cultural y espiritual que llevará al joven a iniciar el camino en el Seminario mayor con una base adecuada y sólida.

El Seminario Menor es una comunidad educativa diocesana erigida por el obispo según las normas de la Santa Sede para cultivar los gérmenes de vocación sacerdotal1 de quienes, en edad temprana, presentan indicios de esta vocación y se inclinan por el sacerdocio diocesano secular.

De ordinario, el Seminario Menor ofrece a sus alumnos la posibilidad de cursar en él, con el correspondiente reconocimiento civil, las enseñanzas previas a los estudios universitarios; pero se considera igualmente Seminario Menor aquél en el que los alumnos viven internos siguiendo el Plan de Formación establecido y acuden a otros centros educativos de la Iglesia o del Estado para cursar las enseñanzas académicas.2

 

El Seminario Menor se caracteriza:

– Por la condición singular de sus alumnos: aquellos que de algún modo manifiesten signos de una posible vocación sacerdotal, y no otros.

– Por la finalidad que persigue: el discernimiento, cultivo, selección y promoción de los que manifiestan indicios de vocación sacerdotal.

– Por el planteamiento educativo acomodado a la edad y exigencias de estos chicos, y fundamentado en un desarrollo formativo que les ayude a profundizar en el seguimiento de Jesucristo y en su estilo de vida.

– Porque está erigido por el Obispo diocesano, que es el responsable último del mismo.

En el Seminario Menor «San Pelayo» de Tui se cursará la Enseñanza Secundaria Obligatoria en el propio Seminario con el correspondiente reconocimiento civil de estas enseñanzas. Los alumnos que cursen Bachillerato realizarán sus estudios en un centro académico de la diócesis de Tui – Vigo.

 

2. FINES ESPECÍFICOS


Los fines específicos3 del Seminario Menor son:

– Proporcionar a quienes manifiesten indicios de vocación sacerdotal aquella formación que les disponga a seguir a Cristo Pastor con espíritu de generosidad y pureza de intención.

– Acompañar a sus alumnos con los medios necesarios para su maduración educativa en el crecimiento humano, cristiano y específicamente vocacional.

– Ayudarles a que puedan hacer progresivamente un serio discernimiento de su propia vocación antes de tomar la opción correspondiente que les capacite para ingresar en el Seminario Mayor.

– Formar jóvenes idóneos para la entrada, vocacionalmente responsable, en el proceso educativo del Seminario Mayor4

En el proceso educativo del Seminario Menor se potenciarán al máximo todas aquellas cualidades, actitudes y capacidades, humanas y cristianas, que permitan descubrir la llamada para el ministerio presbiteral y responder a ella. Esta realidad específica del Seminario Menor está en el objetivo final, pero integra e influye en todo el proceso educativo.5

 

3. CONDICIONES DE INGRESO Y PERMANENCIA EN EL SEMINARIO MENOR

 

El Seminario Menor, por razón de su condición de «Centro de Formación Específica», goza de libertad en la selección de sus alumnos para no perder su identidad ni por los planes de estudio, ni por verse obligado a admitir a alumnos sin las elementales garantías vocacionales o retenerlos si claramente no responden a ellas. El Seminario Menor acepta a quienes:

– Se dirigen abiertamente hacia el sacerdocio · lo admiten como posible · se manifiestan dudosos respecto a la vocación, pero están dotados de buenas condiciones y no descartan la posibilidad de poder llegar algún día al sacerdocio.

– La admisión o permanencia del alumno en el Seminario Menor Diocesano exige por parte del alumno la aceptación del Ideario y Reglamento del Centro y el interés por conseguir una formación adecuada y en consonancia con los criterios cristianos y de orientación vocacional. Esta aceptación y este interés se han de concretar en una doble respuesta:

A) RESPUESTA HUMANA
La permanencia en el Seminario supone que el alumno responda de forma positiva y gradual al proyecto formativo del Seminario Menor; poniendo de su parte un claro y evidente esfuerzo personal de superación continua en la formación académica y humana. Es decir: equilibrio afectivo, rendimiento escolar satisfactorio, capacidad para convivir en grupo, respeto a los demás y actitud de servicio y colaboración.

B) RESPUESTA CRISTIANO-VOCACIONAL
La edad de los alumnos del Seminario Menor permite hablar de una inicial y primera opción básica por el sacerdocio como posible proyecto de vida. El aspirante a entrar en el Seminario Menor ha de manifestar la voluntad inicial de incorporarse a los objetivos del Centro. Durante los años de formación el alumno vivirá un proceso acompañado de discernimiento y maduración vocacionales en el que manifestará una sensibilidad progresiva por los valores religiosos, un creciente interés por los sacramentos y la ilusión por el ideal cristiano de generosidad que le capaciten para dar respuesta a su posible vocación sacerdotal.

3.1 Criterios mínimos para ser admitidos:

a) Estar bautizado en la Iglesia Católica y haber recibido el sacramento de la Eucaristía .

b) Estar matriculado en la asignatura de Religión y Moral Católicas en el mismo curso académico en el que solicita plaza en el Seminario.

c) No tener más de una asignatura suspensa en el cambio de ciclo.

d) Mantener una entrevista personal, juntamente con los padres, con el Rector del Seminario.

e) Asistir al menos a una convivencia de fin de semana en el Seminario. Si no se pudiera realizar este criterio, el candidato deberá asistir de lunes a viernes a las actividades organizadas por el Seminario durante las tardes.

f) El candidato deberá acreditar un certificado de su Párroco.

g) Los candidatos deberán superar una prueba de nivel en la que se evalúen especialmente los conocimientos básicos en las competencias lingüísticas y matemáticas. Dicha prueba se realizará durante la participación del candidato en la convivencia, o, en su caso, uno de los días que asista a las actividades previstas por el Seminario por las tardes. Se acordará la fecha con la familia en la entrevista con el Rector. Las pruebas las evaluará la Directora del Departamento de Orientación.

  

1 OT 3

2 Cf. RFIS 16.17; cf. Codex Iuris Canonici [CIC] 234,2.

3 Cf. PFSM 20. 21.

4 Cf. RFIS 11.

5 Cf. RFIS 3